La Guelaguetza de Oaxaca

Un Mosaico Cultural de México

La Guelaguetza, conocida también como "Los Lunes del Cerro", es una festividad que encapsula la esencia de Oaxaca y la riqueza cultural de México. Este evento anual, que se celebra en la ciudad de Oaxaca y sus alrededores, es una explosión de color, música y danza que atrae a visitantes de todo el mundo.

El término "Guelaguetza" proviene de la palabra zapoteca "guendalizaa", que significa "cooperar" o "intercambio de regalos". Esta tradición se remonta a la época prehispánica, donde los pueblos indígenas se reunían para realizar ofrendas a los dioses en agradecimiento por las cosechas y la abundancia. Hoy en día, la Guelaguetza es un símbolo de la comunalidad y la hermandad entre las diversas comunidades de Oaxaca.

Durante la Guelaguetza, los representantes de las ocho regiones de Oaxaca —Los Valles Centrales, La Sierra Juárez, La Cañada, Tuxtepec, La Mixteca, La Costa y el Istmo de Tehuantepec— se reúnen para compartir sus danzas y música tradicionales, así como para intercambiar productos locales como textiles, artesanías y gastronomía. Cada grupo presenta su cultura única a través de vestimentas coloridas y elaboradas, y danzas que cuentan historias de su herencia.

Uno de los aspectos más destacados de la Guelaguetza es la elección de la Diosa Centeotl, la diosa del maíz tierno, que es representada por una joven de la región. La celebración comienza con una procesión en honor a la Virgen del Carmen, seguida de una serie de eventos folclóricos y culturales que incluyen la famosa "Danza de la Pluma", que narra la resistencia de los pueblos indígenas frente a la conquista española.

La Guelaguetza no es solo una fiesta; es una plataforma de difusión cultural que integra música, danza, arte y gastronomía. Es una oportunidad para que los oaxaqueños muestren su orgullo por su identidad y para que los visitantes experimenten la hospitalidad y la riqueza cultural de la región.

La Guelaguetza se lleva a cabo en el cerro del Fortín, en un auditorio construido específicamente para este propósito, donde los participantes y espectadores pueden disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.  Se lleva en el marco de la fiesta de la Virgen de El Carmen. La fiesta culmina con la quema de fuegos artificiales, iluminando el cielo nocturno y marcando el fin de una celebración que es un verdadero testimonio de la tradición y la comunidad.

La Guelaguetza es más que un evento; es un recordatorio viviente de que, a pesar de la modernización y los cambios en la sociedad, las tradiciones ancestrales aún pueden unir a las personas y celebrar la diversidad cultural. Es una experiencia inolvidable que continúa inspirando a generaciones de oaxaqueños y visitantes por igual.

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